Comenzar una nueva jornada puede ser un desafío. La mente humana suele concentrarse en las preocupaciones y traerlas a la mente para que sean los primeros pensamientos de la mañana. Por eso piensas y te dices: «Necesito ánimo para empezar el día».
¿Cómo empezar la mañana sin preocupaciones?
A veces, nos despertamos sintiendo que el peso del mundo está sobre nuestros hombros. Las preocupaciones aparecen por diferentes motivos y es bueno que las identifiques, hazlo, te doy una lista a ver si te ayuda:
- Tengo un trabajo muy demandante que hacer hoy.
- Me han citado del colegio de mi hijo. Quizá sea para malas noticias.
- Hay un compromiso económico que cumplir y no tengo como.
- Es otro día más sin hablar con la persona que amor porque estamos enojados.
- A la persona que conozco y amo le está afectando una enfermedad.
- Debo presentar un examen y creo que no estoy preparado(a).
- Hay un dolor en mi cuerpo que me roba la tranquilidad y afecta mi rendimiento.
Puedes añadir a esta lista, pero lo importante es que ahora que lo haz identificado lo tengas en mente para este devocional.

Las preocupaciones, las obligaciones, y hasta nuestras propias inseguridades pueden hacer que las mañanas sean momentos de desánimo en lugar de esperanza. Pero no te olvides que cada mañana trae consigo nuevas misericordias y oportunidades de parte de Dios, Él conoce el motivo de tu desanimo.
Versículo para enfrentar el desánimo:
“Por el gran amor del Señor no somos consumidos, pues sus misericordias nunca terminan. Son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad!” (NVI).
Mira, para cada reto que está escrito en la lista anterior Dios ya tiene una respuesta, solo hay que hallarla. El versículo es un poderoso recordatorio de la constante presencia y amor de Dios en nuestras vidas. Cada día, cada mañana, es una nueva oportunidad que Dios nos da para experimentar Su amor, Su gracia y Su misericordia que están para hacerle frente atus retos y preocupaciones. Aunque a veces nos sintamos abrumados por las dificultades, la fidelidad de Dios nunca cambia.
Ahora, pensemos en cómo podemos aplicar este versículo a nuestra vida diaria, especialmente en esas mañanas donde la desmotivación parece tomar el control.
Reconoce las Misericordias de Cada Día:
Cada mañana, toma un momento para reflexionar sobre las bendiciones en tu vida. Puede ser algo tan sencillo como el aire que respiras, el sol que brilla, o un techo sobre tu cabeza. Reconocer las misericordias diarias de Dios nos ayuda a poner nuestras preocupaciones en perspectiva. Recuerda que en anteriores oportunidades amaneciste con retos aún más difíciles y en todos ellos te ayudó El Señor.
Confía en la Fidelidad de Dios:
Recordar que “¡grande es tu fidelidad!” nos impulsa a confiar en Dios, incluso en los momentos de incertidumbre. Su fidelidad no depende de nuestras circunstancias o de cómo nos sentimos. Dios es constante, y su amor por nosotros es inquebrantable. Él ha prometido que te va a ayudar en las pequeñas y grandes cosas.
Enfrenta el Día con Esperanza:
La esperanza en Dios es una poderosa fuerza motivadora. Hasta el último minuto del día de hoy debes esperar que Dios haga Su Obra maravillosa a tu favor. A veces, de la manera en que menos lo esperas.
Haz de la Oración tu Primer Recurso:
En esos momentos de desánimo, lleva tus preocupaciones a Dios en oración. Habla con Él como lo harías con un amigo cercano. La oración no solo es una forma de buscar ayuda divina, sino también una manera de alinear nuestro corazón y mente con la voluntad de Dios. Te voy a ayudar, la siguiente oración solo es una guía, puedes orarla con fe, pero debes hacerlo también con tus propias palabras. Poniendo las peticiones concretas en las manos de Dios.
Oración para recibir ánimo al empezar el día:
Padre amado, ayuda a mi mente que ha decidido empezar el día concentrándose en mis preocupaciones. Necesito que mi fe y mi esperanza en Tí sean más fuertes que los compromisos y preocupaciones. Quiero aprender a depositar mis cargas en Tí, no sentirme sola/o, no echarme las cargas sobre mi espalda sabiendo que Tú las quieres llevar por mi.
Mira que hoy debo: Di aquí tus necesidades y preocupaciones, pero sé que eres tan poderoso que aún antes de contarte mis preocupaciones ya las conocías y antes de si quiera abrir mis ojos, ya estabas dispuesto a ayudarme a solucionarlas. Por eso, ayúdame a que la confianza en Tí se lleve la angustia que me producen mis problemas.
Gracias porque a través del sacrificio maravilloso de Jesús en la cruz, hoy puedo acercarme confiadamente Al Trono de Justicia y Amor. Gracias por ser Mi Padre, por la alegría que voy a sentir cuando todo esto pase y por la fortaleza que me produce ver como vi vida en Tí es un cúmulo de cosas vencidas por Tu poder infinito.
Me dispongo a vivir este día con alegría, la alegría que me produce poder confiar en Ti. ¡Te amo! ¡Tú sabes que es así! A veces se me olvida expresarlo por estar tan absorto/a en mis preocupaciones, pero, ¡Tú sabes los mucho que te amo Señor!
Bendíceme en este día. Dame sabiduría cuando deba hablar, confianza cuando venga la duda, tranquilidad cuando todo quiera desbordarse. ¡Enséñame a vivir!
Lo pido en el nombre de tu amado hijo Jesús.
Amén.
La importancia de la tranquilidad en las mañanas:
Amigo/a, las mañanas pueden ser difíciles, pero recuerda que cada nuevo amanecer es una muestra del amor y la fidelidad de Dios. Él está contigo en cada paso, en cada desafío, en cada momento de duda. Sus misericordias son nuevas cada mañana, y eso es motivo suficiente para enfrentar el día con alegría y esperanza.
Que este día sea para ti un recordatorio de que, sin importar lo que enfrentes, estás rodeado por el gran amor de Dios. Que encuentres fuerza en Su fidelidad y que cada mañana sea un nuevo comienzo lleno de Su gracia y amor.
Muchos devocionales cristianos aquí
Mensaje de confianza para vivir:
Espero